El señor Ga había sido tan asiduo, dócil y prolongado paciente del doctor Terapéutica que ahora ya era sólo un pie. Extirpados sucesivamente los dientes, las amígdalas, el estómago, un riñón, un pulmón, el bazo, el colon, ahora llegaba el valet del señor Ga a llamar al doctor Terapéutica para que atendiera al pie del señor Ga que lo mandaba llamar.
El doctor Terapéutica examinó detenidamente el pie y "meneando con grave modo" la cabeza, resolvió: "Hay demasiado pie, con razón se siente mal: le trazaré el corte necesario a un cirujano".
De "Continuación de la nada", de Macedonio Fernández
No hay comentarios:
Publicar un comentario