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Dramatis Personae

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Cartógrafo cognitivo y filopolímata, traductor, escritor, editor, director de museos, músico, cantante, tenista y bailarín de tango danzando cosmopolita entre las ciencias y las humanidades. Doctor en Filosofía (Spanish and Portuguese, Yale University) y Licenciado y Profesor en Sociología (Universidad de Buenos Aires). Estudió asimismo Literatura comparada en la Universidad de Puerto Rico y Estudios Portugueses en la Universidad de Lisboa. Vivió también en Brasil y enseñó en universidades de Argentina, Canadá y E.E.U.U.

sábado, 28 de octubre de 2000

Main concerns

These are my main concerns:

a) We should resist attempts to marginalize the humanities within the curriculum adn efforts to make the university a business model. The humanities should open up new worlds and a more comparative approach to the study of literature should be promoted. Humanistic education has to be interdisciplinary and we have a role to play in shaping it by educational principles and not by financial reasons.

b) I am deeply conerned about the academy becoming business. Students are viewed as clients and professors are asked to spend time on assessment and merit procedures that rely on quantification and, therefore, fail. Teaching and learning has nothing to do with that.


c) How do we read and write? How do we teach reading and writing? We should build bridges between literature programs and creative writing programs. I am concerned about the erosion in teaching and evaluation in our schools. How do we evaluate? In that sense, we need to look at the question of what limits us personally as teachers.

d) Graduate students are often ill prepared for careers. I am particularly concerned with the undermining of undergraduate and graduate education. Serious literary and critical books are being put out of circulation sometimes by just a more fashionable market.

e) Athough many professorial members are engaged in the teaching of language courses, language teaching as such, with some exceptions, is not necessarily their specialty nor their primary interest. That creates a problem that needs to be addressed.

martes, 12 de septiembre de 2000

Lo imposible en Borges




Borges comienza el último de sus nueve ensayos sobre Dante escribiendo: “Mi propósito es
comentar los versos más patéticos que la literatura ha alcanzado”. Los textos de Borges son, como los de Dante, pausas de un fluir literario que conjugan satisfactoriamente lo roto, lo 
despedazado: la enciclopedia de Tlön como obra incompleta, los vestigios de Almotásim. Esta 
ponencia intenta tal acercamiento a Almotásim, a las voces continuamente desaparecidas.

Hay una literatura perdida, “latente”, que evoca ciudades perdidas. Pretender recuperarla constituye una empresa atroz. Nos señala Borges que el ejecutor de una empresa atroz debe imaginar que ya la ha cumplido, como la empresa imposible de Pierre Menard, como “la busca de Averroes” o “el acercamiento a Almotásim”, cuyas enseñanzas se darían oralmente a los que pudieran oír una parte del horror. “El acercamiento a Almotásim” sería así un acercamiento a los “esfumados” de la literatura.

  Las obras no hechas del pasado y del futuro testimonian la agonía de la literatura, entre cadáveres literarios y promesas de paraísos que se renuevan. Sabemos que Borges heredó la idea de que somos fragmentos de un Dios que se destruyó a sí mismo en su deseo por la inexistencia: un escritor (Dios) muerto o desaparecido, un escritor “imposible”.

Para Borges el ejercicio de la litertura era revelador de nuestras imposibilidades. Su literatura nos habla de lo que somos y no podemos ser, del fracaso, de las tragedias, de lo inútil. Una literatura que descubre fragilidades, pérdidas, fatigas.

La escritura de Borges, tan preocupada por la mediación entre creación poética y realidad, es un esfuerzo constante por meditar sobre una pérdida de sujeto. Y esta ponencia pretende situarse dentro de esa perspectiva donde lo inquietante es la ambiguedad de la posición del sujeto imposible de la escritura. Borges refiere a “algo intraducible” en el sentido de expresado sólo en el lenguaje de la naturaleza o de la música, o no traducible en palabras.

La muerte es la subjetivación del poeta imposible que se asume como objeto-sujeto del olvido. En uno de sus ensayos sobre las Mil y una noches  aparece la mención a la “Ciudad de bronce”, uno de los cuentos de la colección, cuyo tema es el triunfo universal de la muerte. Todo muere pero Las mil y una noches no son algo que ha muerto. A ese respecto, nos lee a Hawthorne:

Resolvamos -dijo Kenyon- que éste es precisamente el lugar donde la caverna se abrió (...) Imaginemos el enorme y oscuro hueco, impenetrablemente hondo, con vagos monstruos y con caras atroces mirando desde abajo y llenando de horror a los ciudadanos que se habían asomado a los bordes...

Yo creo -dijo Miriam- que no hay persona que no eche una mirada a esa grieta, en momentos de sombra y de abatimiento, es decir, de intuición.

Esa grieta -dijo su amigo- era sólo una boca del abismo de oscuridad que está debajo de

nosotros, en todas partes...

            Esta oscuridad, aquella noche, constituyen el hogar de las literaturas “imposibles”. Borges escoge los libros, pero sabe que la realidad honda está atravesada por la violencia. “El Sur” es la historia de una derrota que es, a la vez, hogar y destino de las literaturas “imposibles”.

            Acorde a Borges, el “objeto” de la literatura es el aleph que aparece en la caída al sótano de una casa condenada a la destrucción. Una literatura posible que relata tal caída no sería más que una burla de una memoria que el lenguaje traza y traiciona. A menos que sea la incansable repetición de un paseante que no deja de vagar hasta que encuentra la muerte. ¿No es la lucha contra la muerte, contra su propia imposibilidad, lo que caracteriza a la escritura?

            Con esa muerte, Borges describe una experiencia imposible que se establecería como suplemento de la naturaleza. A la tesis de que sólo puede narrarse el acto de narrar, Borges habría opuesto la escritura de un “tema” al que le faltaban “pormenores, rectificaciones, ajustes”(OC I 496).

            La escritura literaria no es el hecho estético sino una respuesta a la imposibilidad de éste que transmite su impresentabilidad, manifestándose como una pérdida. Por eso no hay posibilidad de expresión de las literaturas imposibles, sino sólo de alusión.

            En Tlön los sustantivos son imposibles porque no existe un lenguaje que imprima continuidad sobre la discontinuidad de la materia en el tiempo. Lo mismo sucede con verbos como “perder”, inconcebible en Tlön porque, si los objetos carecen de continuidad en el tiempo y de identidad en el espacio, ninguno puede perderse. Cuando algo así sucede con un objeto, un simulacro aparece: estos hrönir  son utilizados por los arqueólogos de Tlön para inventar el pasado. En Tlön “perder” es olvidar y “encontrar” es recordar: ambas acciones producen hrönir .

            ¿Es posible, como leemos en “Pierre Menard”, “exhumar y resucitar esas Troyas”, esos “originales”? Ningún discurso puede dar totalmente cuenta de esas literaturas imposibles. Quien se obstina no tiene otra opción que designar las literaturas imposibles como a Almotásim, por sus reflejos, por las huellas dejadas en otras literaturas y en los “libros imposibles”, acercándose mediante un movimiento concéntrico, volviéndolas posibles en una órbita.

            Entre las obras planeadas y no realizadas por Borges y Bioy había una historia (planeada ésta también con Silvina Ocampo) sobre un escritor provinciano francés que se veía atraído por un oscuro maestro, ya muerto. El joven escritor colecciona las obras del maestro y encuentra sus manuscritos inéditos que resultan ser borradores, “brillante, esperanzadamente incompletos” (Bioy Casares, M  145). Entre esos borradores encuentra una lista de prohibiciones para la buena escritura: en esencia se dice allí que lo mejor es evitar escribir.

                La novela “El acercamiento a Almotásim” concluye justo cuando el diálogo clave debe comenzar. En Borges todos los textos e impulsos explicativos aparecen incompletos. Cotidianamente nos apoyamos en la creencia de que cualquier texto tiene la capacidad de arrojar luz sobre su tema; aquí, en contraste o en adición, encontramos que en estos textos se vislumbrarían posibilidades sombrías, más o menos irrelevantes y provisorias (“un acervo indeciso de borradores contradictorios”, como llama Yu al manuscrito de Ts’ui). Está claro que el Quijote  de Menard debía permanecer inacabado.

            Detrás de “El milagro secreto” está la idea de que la obra de arte no necesita realizarse, o sea, no necesita ser posible en el caso de la literatura. “Avatares de la tortuga” comienza con la historia de la frustración del héroe que no puede alcanzarla por la segunda paradoja de Zenón, donde faltan los puntos infinitos que deben recorrer Aquiles y la tortuga, así como en El proceso y El castillo en Kafka faltan los capítulos intermedios. Esta coincidencia no le parece casual a Borges.

            La alusividad borgiana sería la del conversador orillero que no puede ser único y directo narrador o razonador y que se complacería en discontinuidades, en generalidades, en fintas (OC I 150).

                El Sartor Resartus de Carlyle constituye una biografía apócrifa de un tal Dr. Teufelsdröckh, y Carlyle cita de los escritos místicos de este doctor como si existieran, agregando sus propios comentarios. Todo el Zohar está lleno de engañosas referencias a escrituras imaginarias que han llevado a postular la existencia de literaturas perdidas. Como en el caso de la Teoría de Almafuerte, un libro que Borges tampoco escribió pero del cual nos da un resumen, Moses de León cita de libros imaginarios que pudo haer escrito o pudo haber querido escribir. Sabemos que la invención de autores y libros que no existen pero podrían existir constituye un importante nexo entre Borges y la cábala. Borges hallaba mejor simular la existencia previa de esos libros y sólo ofrecer un comentario. Tanto la novela El acercamiento a Almotásim  de Mir Bahardur Ali como las fuentes citadas de Carlyle y Moses de León sólo existen en ese “inmóvil y extraño mundo de objetos posibles” (Alazraki, BK 28) que es el universo borgiano. “El acercamiento a Almotásim” y “Pierre Menard, autor del  Quijote” (el primero siendo modelo para el segundo), son presentados como ensayos literarios que discuten la obra de un escritor que no existe y dan toda clase de información engañosa al respecto.

            Los problemas de estos textos “no escritos siendo escritos” también se presentan en “El jardín de senderos que se bifurcan”. Asimismo, el nombre dado a una enciclopedia escrita en uno de los lenguajes de Tlön refiere a una visión en el gnosticismo tardío de que existía un orbis tertius  entre el orbis primus  espiritual (imposible) y el inferior, o causal (posible).

            Mientras Borges nos propone imaginar un escritor francés contemporáneo escribiendo algunas páginas que reproducirán textualmente dos capítulos de Don Quijote, esta imposibilidad no es otra que la que sucede en toda traducción. Donde hay un doble perfecto en un mismo lenguaje, original y origen desaparecerían (Blanchot, LV 119): “Mi recuerdo general del Quijote, simplificado por el olvido y la indiferencia, puede muy bien equivaler a la imprecisa imagen anterior de un libro no escrito” (OC 448).

            En sus entrevistas Borges ha afirmado que todos los grandes maestros de la humanidad han sido maestros orales. Asimismo recuerda que de Cristo sabemos que escribió una sola vez algunas palabras que la arena se encargó de borrar. En Oriente existiría aún el concepto de que un libro no debe revelar las cosas sino ayudarnos a descubrirlas. Las cosas no deberían estar escritas siendo escritas.

            Si Dante es todos los escritores, si la Comedia es una reescritura de textos anteriores, todo creador borraría las letras del manuscrito arquetípico platónico, y trazaría su versión personal, para que otro creador futuro borre a su vez “lo escrito”, y así infinitamente. No habría algo así como lo “escrito” sino lo “siendo escrito”.

            El protagonista de “El jardín de senderos que se bifurcan” especula sobre la posibilidad de un libro infinito. Los escritores de Tlön no firman sus libros ya que se ha establecido que todas las obras son la obra de un solo autor, intemporal y anónimo. La First Encyclopedia of Tlön es una utopía textual donde los lenguajes imaginarios socialmente imposibles pueden ser exactos aún clasificando lo “real” según estructuras paradójicas o abismales.

            Este proyecto del Libro utópico es en la parodia de Menard la obra “subterránea”, “inconclusa”, el Quijote. En “La escritura de(l) Dios”, Dios es una letra, y el mundo es esa letra transformada en un único libro. En “La memoria de Shakespeare” vemos que, finalmente, el libro canónico no es para Borges más que una vana tentación: una tentación de orden, un olvido de la belleza de lo cotidiano.

            Alegoría sobre la imposibilidad de la escritura (F. Ferrer 491), “El Aleph” nos recuerda que toda obra literaria persigue la utopía de un Aleph. Por otra parte, todo lo que puede hacerse, pensarse o decirse estaría escrito en uno de los libros de “La Biblioteca de Babel”. Estaríamos ante la presencia del texto absoluto que nunca clausura sus páginas, de un “libro de arena”, libro infinito.

            En los innumerables sistemas teológicos y metafísicos Borges ha percibido un infatigable esfuerzo por comprender e interpretar el universo. La sola pluralidad de estos sistemas sería, acorde a nuestro autor, indicativa de su fracaso. Estamos en el problema de la traducción, de la lectura. Menard es un lector que quiere leer el Quijote  escribiéndolo. Tarea “imposible”, palabra que pone Borges en boca del lector, previendo y construyendo su reacción.

            El cuento de Borges es una enseñanza de la humildad y relatividad con que debe encararse toda lectura. Por eso Borges habla de la “casi divina modestia de Pierre Menard”, por eso ocultó o no terminó su obra. Porque “es casi imposible” hoy lo que aconteció entonces. Estamos en la era de la incomprensión.

            Borges sentía sin duda una gran atracción por los textos “incomprensibles” o por la lectura de los textos como “incomprensibles”. El lenguaje, la escritura, los textos no serían sino certificaciones de impenetrabilidad (Aizenberg, BHCT 261). “La biblioteca de Babel” contiene todos los libros posibles en todas las lenguas imaginables, y esos libros son absolutamente incomprensibles. En este cuento encontramos la idea de estar perdido en el universo, de no comprender. La biblioteca es el universo y su lógica permanece inaccesible a los hombres que sólo pueden concebirla bajo la figura de un infinito no experimentable. Todo pasado, presente y futuro estaría escrito en algún libro cuyos contenidos son inabordables o contradictorios. Los hombres sabrían que su destino está escrito y que sus vidas han sido organizadas en función de una búsqueda de sentido inevitable e inútil.

            Este relato recibió, del propio Borges, la calificación de historia kafkiana. El hombre kafkiano acaba por rendirse a la alienación y acepta la imposibilidad de conocer las causas de su ajusticiamiento, los motivos que impiden su ingreso en el castillo. Borges concluyó así que el sentido original de un texto nunca podría ser recapturado.

            En “Pierre Menard” desde el primer párrafo el narrador nos habla de una obra “visible”. La escritura de esta palabra en itálica es del mismo Borges, lo que habla de su intención de remarcar y, al mismo tiempo, relativizar este aspecto de la obra. Que nos hable de una obra visible  nos abre a la expectativa: ¿hay una que no lo es? Visible  ... ¿significa legible?

            La idea del Corán como la madre del Libro depositado/a en el Cielo y persistiendo en el centro de Dios, la idea del universo como libro de Dios, otorgan el marco de lo imposible e ilegible a ser sugerido mediante los libros sagrados e imposibles que podemos leer, como el “Zahir”, palabra árabe para “visible”, “manifiesto”: uno de los atributos de Allah mencionados en el Corán (57:3): “He is the First and the Last, the Manifest (zahir ), and the Hidden (batim ).

            Almotásim es el maestro demasiado grande para sospechar su existencia. La historia de ese acercamiento a Almotásim es para nosotros una aproximación a los “esfumados” de la literatura, los excluídos de los excluídos a un punto tal que no pueden siquiera ser representados.

             “En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos”. El “casi” de la narración pretendería mediar entre la instancia de lo posible y la de lo imposible (Moreiras 119). Su don le quita a Funes la posibilidad de la escritura. Tanto la narrativa como el conocimiento están basados en una dialéctica entre lo que recordamos y lo que olvidamos. Funes quiere escribir pero no puede.

            En dos poemas titulados “Límites”, Borges entrega lo que ya no puede ver al olvido. La ceguera prefigura el avance de la muerte. En el prólogo a Benito Cereno  leemos: “El olvido bien puede ser una forma profunda de la memoria” (55). En el prefacio a A History of the World, Alexander Ross declara hablar más con los muertos que con los vivos, hecho que Borges bien puede haber tenido en mente cuando lo cita en “El inmortal”.

            La sola pluralidad de los sistemas teológicos y metafísicos por comprender el universo sería, para Borges, indicativa del fracaso de esa búsqueda. “La busca de Averroes” es la historia de una frustración donde Averroes es comparado con el dios frustrado “mencionado por Burton”. El epílogo enfatiza este fracaso de Averroes señalando las similitudes entre la tarea borgiana de recrear a Averroes y la fallida recreación de Aristóteles por parte de aquel.

            También entre las obras visibles de Menard se encuentra una monografía sobre el Ars magna generalis  de Ramón Lull. En la obra de Borges el armazón de Lull representa la vanidad del intelecto humano y sus continuos fracasos: “No hay ejercicio intelectual que no sea finalmente inútil” (OC I 449). En “El fin” el narrador señala que a un gentleman sólo pueden interesarle causas perdidas.

            En “La lotería en Babilonia” los babilonios ensayan una “teoría general de los juegos” condenada al fracaso. Las búsquedas que emprenden los personajes culminan en huecos: una imagen de agotamiento de posibilidades que nos lleva al fin de la intelectualidad, a la sonrisa trágica de quien ha partido de un lugar imposible, deviniendo desde entonces en fracturas: fallando. De quien vive en un mundo que es producto de su fallida arquitectura. “La lotería en Babilonia” es la historia de una derrota. La actitud es de desafío: es el poeta aceptando la condición de fracaso de la palabra en relación a la realidad y creando una realidad nueva a partir de este fracaso.

            Borges insiste con los casos de frustrados poetas, por la nobleza que ve en el fracaso. En la literatura argentina encuentra en Almafuerte la idea de la derrota, del fracaso como fin (Chiappini, BA 40). En Bouvard et Pécuchet  ve los esfuerzos de los escribas como un reflejo irónico del fracaso de Flaubert y el suyo propio por interpretar el universo.

            La invención “Pierre Menard, autor del Quijote” fue paralela a la de otra historia. Borges habría usado aquella otra historia nunca escrita para su Pierre Menard: la historia de un escritor que intenta lo imposible.

            La idea cabalística de que el mundo es la escritura secreta de Dios, imposible de ser leída, está claramente presente en Borges. El dilema de las literaturas y libros imposibles recuerda el hecho de que la potencia, el gesto estéticos, sean tanto parte del juego como el poema ya realizado y “actualizado”. Esto ocurre al leer a Borges.

            Borges cree que Kafka “llega a esa desesperación del laberinto” en función de la “empresa imposible”. Y lo perfila como un escritor que acaso deba su celebridad al azar, a ciertos infortunios en la vida y quizás más aún al empecinamiento ante esa “imposibilidad” de las cosas (Chiappini, BK 37). Recordemos que Kafka trabajaba con esta conciencia de la imposibilidad de escribir. Como ha señalado Steiner, el tema de Babel era una de sus preocupaciones: en “La construcción de la Muralla China” proponía una nueva versión de ese tema. El fracaso del desafío babélico habría estado en su fundamentación: el proyecto era una obra destinada a la infinitud.

            El Libro que explicaría todos los otros libros y la existencia de la misma biblioteca no existe en Babel ni en Tlön. Babel, presente y real, o Tlön, ausente e imaginaria, no serían sino hipérboles de la literatura. En nuestro mundo ese libro existe como una posibilidad, como una apuesta, imagen incompleta, siempre inacabada, que concilia el posible Babel y el imposible Tlon: la literatura.

            En un texto que la revista El Urogallo  publicó después de su muerte, Borges escribe: “No hay libro que no contenga su contra-libro, que es su revés”. Para Herbert Quain todo libro que excluya a su propio opuesto debe considerarse incompleto. Borges esboza una teoría de la literatura paradójica y antiliteraria. La literatura sería literatura de la literatura, el “objeto” de la literatura sería vertiginoso. El tema del poema “El otro tigre” refleja esta visión del arte y la literatura como dominio de lo imposible. La literatura es en Borges una plenitud inminente que no se realiza, una paradoja basada en una imposibilidad.

            Borges enfatiza la nostalgia de presencia, la impotencia inscripta en la misma. Una concepción de la práctica estética condicionada por este énfasis hace del arte una relación paradójica entre ausencias  y presencias. Por una razón similar se había interesado en Almafuerte, en quien veía la paradoja de una íntima virtud que se abre camino a través de una forma a veces vulgar (Vázquez 33). Refiere con respecto a los tratados publicados y no publicados de Aristóteles la noción de la literatura como insinuación. Como juego entre lo posible y lo imposible.

            Muchos de los escritos de Borges problematizan una degeneración-regeneración de la escritura en donde se vive de muerte y se muere de vida. Sus obras descubren la infinidad de lo posible e imposible. En “El milagro secreto”, la escritura genera la muerte de Hladík y el nacimiento del texto. El epígrafe de “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz (1829-1874)” reza:I’m looking for the face I had / Before the world was made.’ Ese rostro antes de nacer, de caer, es el rostro de las literaturas ¨imposibles¨.  La sentencia “Y la reina dió luz a un niño que fue llamado Asterión” viene de la Bibliotheca , un tratado de mitología antigua que podría ser una versión condensada de Apolodoro de su más extenso estudio On the Gods, ahora perdido. Borges nos da en este epígrafe la clave de la escritura como nacimiento, como caída en la literatura, ese otro laberinto. La imaginación proyectaría en la cultura un sueño en el cual “superaríamos” nuestras frustraciones frente al mundo. Vencidos por lo impenetrable de la realidad, inventaríamos en la cultura nuestra propia realidad. Sabemos que hay otra que constantemente nos asedia hace sentir la enormidad de su presencia..

            Para Borges tan fácil era componer narraciones oníricas e inconsecuentes como imposible componerlas de modo que no sean ilegibles. El Golem, sin embargo, se le presentaba como ejemplo de lo increíblemente onírico y extremadamente legible: la vertiginosa historia de un sueño (TC 230). Definió a los sueños como el género estático más antiguo (BEF 33) y sostuvo que el escritor

tiene que saber aprovechar las prohibiciones, tiene que vivir de aprovechar las imposibilidades (BEFBA, 35)

            Borges tiende a alinearse junto a los que, dentro de la literatura, parecen tratarla como un juego vacío, actitud que se sustenta en nuestra ineptitud para explorar la realidad con el lenguaje. A la vez que vuelve ausencia  todo lo que toca, la estética borgiana sueña con aperturas a una presencia  radical.

            El fantasma de la muerte en el arte ya deambulaba para Borges en los textos de Macedonio. La literatura se erige como discurso de “otra cosa”, como presencia de una supuesta ausencia, como negación de su presencia. Por eso Macedonio afirmará la escritura como plena presencia donde todo es “provisional”, “inacabado”.

            Esa visión de la literatura como condensación de lo incontenible, esta insistencia en aproximarse a lo inalcanzable es una condición de lo que subyace a la obra narrativa y crítica de Borges: la poesía. A Borges no le interesa tanto el pensamiento de Pascal como su escritura fragmentaria, hecha de pensamiento e intuiciones contradictorias, de la sensación de impotencia y extravío que se experimenta ante la inmensidad e incomprensibilidad del cosmos. El repertorio de Borges de lo posible y lo imposible es tan vasto que se podrían dar varias conferencias sobre cada posibilidad e imposibilidad en su canon.

            La lectura, los libros, la biblioteca, llevan siempre en los relatos de Borges a la enfermedad y a la muerte. Hay un antiintelectualismo muy firme en Borges y en la tensión que aquel genera se juega a menudo toda la construcción de sus relatos, en los que prevalece la idea de que la biblioteca y los libros empobrecen, y que las vidas simples constituyen la verdad. Lo vivido, la oralidad, las pasiones elementales: habría una poética allí, que Borges divisa en Almafuerte.

            En el texto ya citado que la revista “El Urogallo” publicó después de su muerte, Borges afirmó que lo que importaría es lo que queda sin ser dicho. Escribir sería relacionarse con lo siempre ausente o lo que está presente como ausencia (Collin 83-84).

            El personaje al que Borges llama Borges desesperaría por el carácter imposible de su desmesurado proyecto. La tarea del falso Dios, el demiurgo menor que se sabe destinado a proponer absolutos que no lo son en verdad sino que afirman la imposibilidad del absoluto haciéndolo posible en su misma negación, generaría siempre el mismo camino: se trata de saber que “lo imposible es” (G. Ponce, EF 85). En la base de las especulaciones metafísicas borgianas se encontraría la intuición de la vanidad del conocimiento intelectual y la convicción de la imposibilidad de penetrar el dibujo último del mundo si éste existiera.

            Finalmente, la obra de Borges constituye un llamado de atención sobre la descomposición de la personalidad, de la historia literaria, del pensamiento orientado y didáctico, de la aceptada secuencia narrativa, del personaje rotundo. Borges reconoce que “la literatura es un arte que sabe profetizar aquel tiempo en que habrá enmudecido, y encarnizarse con la propia virtud y enamorarse de la propia disolución y cortejar su fin”, y a pesar de ese desencantado resumen persigue una acumulación de letras acaso prescindibles, practica un ejercicio acaso inútil.

martes, 4 de enero de 2000

Books and pauses in Peninsular and Latin-American Culture

 De Unamuno a Goytisolo, de Sarmiento a Lezama Lima: Books and pauses in Peninsular and Latin-American Culture

We propose five books, each one of them associated with a specific topic. Certainly, there are topics we cover through many books. And books that spread over many topics. Here we propose a more elemental and primitive contact with the act of reading. The books as material objects still support the adventure of knowledge as the result of the shock of images and words with the “world of life.” Therefore, we go back to these objects. The object of a course is usually found in its books but, furthermore, it is also to be found in the pauses among them. These pauses are unpredictable in time and space. It is the very student that reads the books who locates them in another dimension: the dimension of knowledge capable to tear apart every book and every author. Nevertheless, knowledge leaves books and at the same time returns to them, nowadays through the eye of a computer screen. 


Major texts: 

Tragedy: Miguel de Unamuno, Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos.

Identity: Juan Goytisolo, Señas de identidad.

Civilization / Barbarism : Domingo F. Sarmiento, Facundo

Baroque : José Lezama Lima, Paradiso


Spanish 490—Selected topics in Spanish-American Literature of the Twentieth Century

Twentieth Century Spanish-American Social Thought. 


In this course we will explore: a) the notion of literature as hidden social theory and b) the correspondences among different “worlds of life,”  as a way of understanding a historical and literary sensitivity that traces meanings linking theoretical and everyday thoughts. 

We will develop our topic as a socio-historical dimension and as a literary dimension. This course will find its way where thoughts governed by fiction meet thoughts guided by historical activity in certain “written thoughts”. We will have a dialogue with this documents regarding their internal and conceptual trajectories, their social thoughts and their historical images. These three directions will help us to understand what it means to read a document and to create a theoretical, critical, historical, utopian and literary experience of reading, agitating social documents through a fictional look.  


Major texts: 

José E. Rodó, Ariel

Octavio Paz, El laberinto de la soledad

José C. Mariátegui, Ocho ensayos de interpretación de la realidad peruana

Ezequiel Martínez Estrada, Radiografía de la Pampa

José Vasconcelos, La raza cósmica 

                                    

Libros y pausas

Son muchos los que quieren duplicar la identidad. Estar en dos lugares al mismo tiempo. Mirar para adelante y para atrás simultaneamente. Este curso se propone ese objetivo. Estar en los libros y en las pausas entre ellos al mismo tiempo. Porque las pausas entre los libros y los libros mismos son distintos e iguales al mismo tiempo. Iguales porque funcionan en el mismo espacio. Diferentes porque las pausas son sombras que comentan intencionalmente los libros. Unas son el desdoblamiento de los otros y viceversa. Las pausas son libros que existen en el aire.

Este curso no constituye una experiencia marginal, ni complementaria, ni paralela. No será más eficiente ni menos burocrático que los que ya existen. Las pausas serán nuestras fantasias internas, la pesadilla vital de los libros, su parásito intestinal.

Pero las pausas le devuelven a los libros todo lo que extraen de ellos. Y se lo devuelven rejuvenecido. Porque son una forma de volver al conocimiento como movilización transformadora y como iniciativa de los sujetos.

Este curso funcionará mezclando de otro modo lo que existe. Entresacando cosas de aquí y de allá, “pasando por alto” una gran porción de lo que se ve. Propone una rayuela que utilice de algún modo u otro las instalaciones, los recursos y las existencias.

Los alumnos actuarán como con el zapping frente al televisor, trazando otra línea de uso de las imágenes, moviendo lo que ya existe con pulsaciones imprevistas.

Este curso pretende señalar caminos, apartando algunos libros y colocando otros en nuestra biblioteca.

Se trata de crear un mapa que permita mirar las cosas otra vez. Un mapa que “pasará por alto” algunas cosas. En primer lugar, las divisiones disciplinarias habituales en el campo de las humanidades. No hay literatura por un lado, antropología por el otro y filosofía un poco después. Existe un único terreno simultáneo de conocimiento en el anaquel de libros del que disponemos, puestos en el orden que nos complazca. Nada abolimos, nada suprimimos. No hay actos de anulación. Sólo un “pasar por alto”.

Proponemos aquí otra unidad de acción.La unidad es el Tema-Libro. Proponemos 5 libros, cada uno de ellos asociado a un tema. Clásicos. Y sin fotocopias.

Este curso lo integrarán los quese han inscripto y los que nada saben de él. Los que pertenecen voluntariamente y los que pertenecen inconscientemente. Se estará sabiendo. Se estará sin saber que se está.

Este curso caminará por todos lados. Seleccionará y mezclará en un juego de conocimiento que no toca lo que existe ni mueve las sillas de lugar. Pero aspiramos a contribuir a la deseada transdiciplinariedad en U.B.C.

Hay temas atendidos por muchos libros y libros atendidos por muchos temas. Pero aquí proponemos un contacto más elemental y primitivo con el acto de lectura. Cada acto de conocimiento se superpone con un libro, objeto material, que soporta aún hoy la aventura del conocimiento y del choque de imágenes con el mundo de la vida.

Nuestro curso estará en los libros pero, más que en ellos, en las pausas que se establecen entre cada uno de ellos. Estas pausas no están en ningún programa anticipado. Será el propio estudiante quien transite entre los libros, quien los ponga en otra dimensión.

Cada acto de este curso pretende ser una aparición que se construya, un relámpago impregnado de nuestro presente.

Nuestro curso, en última instancia, será un curso sin realidad. Porque quiere intervenir la realidad. Será una experiencia de realismo, un retorno al conocimiento y a los libros que crean porque critícan, profanan porque fundan.


1. Metodología de trabajo


Esta metodología presupone la participación activa de los asistentes al curso que funcionará como un seminario. En cada una de las reuniones se realizará una discusión de la bibliografía básica como punto de partida para discusiones ulteriores.


2. Evaluación

Para aprobar el seminario se deberán cumplir los siguientes requisitos mínimos:

a) asistir a no menos del 75% de las reuniones;

b) Tener preparada para cada encuentro una lectura de los textos indicados para la discusión de ese día siguiendo las pautas presentadas por el docente.

c) Realizar una presentación grupal de un quinto libro que pueda completar el programa, creando una nuevo mapa cultural.

c) presentar los dos papers (1º: 4 páginas; 2º: 8 páginas) teniendo bien presentes los textos leídos y discutidos en clase.

d) Participar de una jornada colectiva final en donde se expondrán y discutirán los trabajos realizados durante el semestre.



3. Cronograma


El seminario comenzará el miércoles 6 de septiembre del 2000 y finalizará el 1 de diciembre del 2000. Los días lunes 16 de octubre y 1 de diciembre se presentarán los papers. Ninguna excusa será aceptada para no presentar el trabajo en esas fechas. Si ello ocurriera, esto comprometerá la evaluación final del alumno. El coloquio final tendrá lugar en una fecha a establecerse después del 5 de diciembre.



6-9 Introducción al seminario

8-9 a 22-9 Del sentimiento trágico de la vida.. Romanticismo. Tragedia (7 clases)

25-9 a 16-10 Facundo. Civilización/Barbarie (9 clases)

18-10 a 6-11 Paradiso. Barroco (9 clases)

8-11 a 22-11 Reivindicación del conde Don Julián. Identidad y traición (6 clases)

24-11 a 1-12 Discusión de los quintos libros (4 clases)


5-12 -> Coloquio colectivo final.







Bibliografía de referencia básica:


Campra, Rosalba: América Latina: La identidad y la máscara. Siglo XXI: México

Castro, Américo: La realidad histórica de España.

Cuddon, J. A. A dictionary of literary terms and literary theory. Blackwell Reference: Cambridge.

del Río, A. Historia de la literatura española.

Eagleton, Terry. Literary Theory. An introduction.

Fernández Moreno, César. América Latina en su literatura. Siglo XXI: México.

Franco, Jean: An introduction to Spanish-American literature. Cambridge University Press: Cambridge.

Halperín Donghi, Tulio. Historia Contemporánea de América Latina. Alianza: Madrid.

Henríquez Ureña, Pedro. Las corrientes literarias en la América Hispánica.

Menendez Pidal, Ramón. La epopeya castellana a traves de la literatura española.

Morse, Richard M. El espejo de próspero. Siglo XXI: México.

Paz, Octavio. Los hijos del limo. Seix Barral: Barcelona.

--------------. El arco y la lira.

Richter, David The Critical Tradition. Bedford Books: Boston.