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Dramatis Personae

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Cartógrafo cognitivo y filopolímata, traductor, escritor, editor, director de museos, músico, cantante, tenista y bailarín de tango danzando cosmopolita entre las ciencias y las humanidades. Doctor en Filosofía (Spanish and Portuguese, Yale University) y Licenciado y Profesor en Sociología (Universidad de Buenos Aires). Estudió asimismo Literatura comparada en la Universidad de Puerto Rico y Estudios Portugueses en la Universidad de Lisboa. Vivió también en Brasil y enseñó en universidades de Argentina, Canadá y E.E.U.U.

viernes, 31 de enero de 2020

Diálogo imposible entre Rabelais y Calvino

"Situémonos en los tiempos de la Reforma y de la Contrarreforma. El poder de Roma es atacado desde distintos lugares, pero el espanto no une. No hay diálogo entre Rabelais y Calvino y no puede haberlo, no por una cuestión de doctrina: los dos pueden oponerse a una Iglesia corrupta, pero provienen de mundos diferentes. Uno se ríe, el otro tiene el ceño fruncido. A uno le brillan los ojos, el otro aprieta los dientes" (Tomás Abraham, "La máscara Foucault. Paidós: Buenos Aires, 2019, pág. 212). Este diálogo imposible lo sufro en mente y carne propias hace tiempo ya...

martes, 28 de enero de 2020

Filósofos ingleses, alemanes y franceses...

"Señalemos algunos lugares comunes con los que los unos se imaginan a los otros. Para los ingleses y los alemanes, los filósofos franceses no dejan de ser rebeldes sin causa y publicistas revolucionarios, cuando no se piensan a sí mismos como malditos marginados que aún sueñan con el infierno de Rimbaud y la oreja cortada de Van Gogh; para los otros dos, los filósofos ingleses oscilan entre el desmenuzamiento lógico de cada banalidad proferida a la hora del té y una ironía amanerada frente al desprolijo patetismo de los que se toman todo demasiado en serio; los filósofos alemanes, a los ojos de sus próximos, son hijos del ascetismo de Lutero y Calvino, pastores de profundidades que predican el Ser y el Sentido con una pesadez digna de su gastronomía." 

(Tomás Abraham, La Máscara Foucault. De París a la Argentina. Buenos Aires: Paidós, 2019, p. 139-140).


domingo, 26 de enero de 2020

Ampliar la imaginación moral

"Hoy las posibilidades de nuestra imaginación (así como nuestra capacidad de sentir y de responsabilizarnos por nuestros actos) están por debajo de las posibilidades de nuestra acción [...] No sólo nuestra razón tiene sus "límites" (kantianos), no sólo ella es finita, también lo es nuestra imaginación; y en primer lugar nuestra capacidad de sentir [...] tu tarea consiste en ampliar la imaginación moral" 

(Anders, Günther (2003): El piloto de Hiroshima. Más allá de los límites de la conciencia. Correspondencia entre Claude Eatherly y Günter Anders, Barcelona, Paidós).




jueves, 23 de enero de 2020

La literatura y la política

"...Ya metido en la candela, en esas reuniones tripartitas hice un descubrimiento deprimente. La política real, no aquella que se lee y escribe, se piensa y se imagina –la única que yo conocía-, sino la que se vive y practica día a día, tiene poco que ver con las ideas, los valores y la imaginación, con las visiones teleológicas –la sociedad ideal que quisiéramos construir- y, para decirlo con crudeza, con la generosidad, la solidaridad y el idealismo. Está hecha casi exclusivamente de maniobras, intrigas, conspiraciones, pactos, paranoias, traiciones, mucho cálculo, no poco cinismo y toda clase de malabares. Porque al político profesional, sea de centro, de izquierda o de derecha, lo que en verdad lo moviliza, excita y mantiene en actividad es el poder: llegar a él, quedarse en él o volver a ocuparlo cuanto antes. Hay excepciones, desde luego, pero son eso: excepciones. Muchos políticos empiezan animados por sentimientos altruistas –cambiar la sociedad, conseguir la justicia, impulsar el desarrollo, moralizar la vida pública-, pero, en esa práctica menuda y pedestre que es la política diaria, esos hermosos objetivos van dejando de serlo, se vuelven meros tópicos de discursos y declaraciones –de esa persona pública que adquieren y que termina por volverlos casi indiferenciables-y, al final, lo que prevalece en ellos es el apetito crudo y a veces inconmensurable de poder. Quien no es capaz de sentir esa atracción obsesiva, casi física, por el poder, difícilmente llega a ser un político exitoso.
Era mi caso. El poder me inspiró desconfianza, incluso en mi juventud revolucionaria. Y siempre me pareció una de las funciones más importantes de mi vocación, la literatura, ser una forma de resistencia al poder, una actividad desde la cual todos los poderes podían ser permanentemente cuestionados, ya que la buena literatura muestra las insuficiencias de la vida, la limitación de todo poder para colmar las aspiraciones humanas..."

Mario Vargas Llosa, El pez en el agua. Memorias.

miércoles, 22 de enero de 2020

martes, 21 de enero de 2020

El último refugio del canalla

No es fácil explicarlo, sin caer en el lugar común o la estupidez sensiblera. Aunque nací en el Perú (“por un accidente de la geografía”, como dijo el jefe del Ejército peruano, general Nicolás de Bari Hermoza, creyendo que me insultaba) mi vocación es de un cosmopolita y un apátrida, que siempre detestó el nacionalismo y que, desde joven, creyó que, si no había manera de disolver las fronteras y sacudirse la etiqueta de una nacionalidad, ésta debería ser elegida, no impuesta. Detesto el nacionalismo, que me parece una de las aberraciones humanas que más sangre ha hecho correr y también sé que el patriotismo, como escribió el doctor Johnson, puede ser “el último refugio del canalla”. (M. Vargas Llosa, El pez en el agua, Memorias)

lunes, 20 de enero de 2020

Una de las características del subdesarrollo

"...una de las características del subdesarrollo es la identidad total del gobierno y el Estado. En Francia, Suecia o Inglaterra una empresa pública conserva cierta autonomía del poder político; pertenece al Estado y su administración, su personal y su funcionamiento están más o menos a salvo de abusos gubernamentales. Pero en un país subdesarrollado, ni más ni menos que en un país totalitario, el gobierno ES el Estado y quienes gobiernan administran éste como su propiedad particular o, más bien, su botín. La empresa pública sirve para colocar a los validos, alimentar a las clientelas políticas y para los negociados. Esas empresas se convierten en enjambres burocráticos paralizados por la corrupción y la ineficiencia que introduce en ellas la política. No hay riesgo de que quiebren; son, casi siempre, monopolios protegidos contra la competencia y tienen la vida garantizada gracias a los subsidios, es decir, el dinero de los contribuyentes".

M. Vargas Llosa, "El pez en el agua"

jueves, 16 de enero de 2020

Foucault y Pessoa

"Une expérience est quelque chose dont on sort soi-même transformé. Si je devais écrire un livre pour communiquer ce que je pense déjà, avant d'avoir commencé à écrire, je n'aurais jamais le courage de l'entreprendre. Je ne l'écris que parce que je ne sais pas encore exactement quoi penser de cette chose que je voudrais tant penser. De sorte que le livre me transforme et transforme ce que je pense. Chaque livre transforme ce que je pensais quand je terminais le livre précédent. Je suis un expérimentateur et non pas un théoricien. J'appelle théoricien celui qui bâtit un système général soit de déduction, soit d'analyse, et l'applique de façon uniforme à des champs différents. Ce n'est pas mon cas. Je suis un expérimentateur en ce sens que j'écris pour me changer moi-même et ne plus penser la même chose qu'auparavant."
Michel Foucault
"Una experiencia es algo de lo que se sale transformado, si tuviera que escribir un libro para comunicar lo que ya he pensado nunca tendría el coraje para comenzarlo. Yo escribo porque no sé aún qué pensar acerca de un tema que despierta mi interés. Al hacerlo un libro me transforma, cambia lo que pienso; en consecuencia, cada nuevo trabajo modifica profundamente los términos de pensamiento a los que había llegado con el anterior. En este sentido, me considero más un "experimentador" que un teórico; no desarrollo sistemas deductivos aplicables de un modo uniforme en diferentes campos de investigación. Cuando escribo, lo hago sobre todo para cambiarme a mí mismo y no pensar más lo mismo que antes"
Traducción del texto anterior de Foucault con la que comienza Tomás Abraham su libro "La Máscara Foucault. De París a la Argentina."
Al leer este texto recordé inmediatamente palabras de Fernando Pessoa en su Libro del Desasosiego, claro está, me sorprendió la similitud... y luego al leer el libro noté -si recuerdo bien- que Tomás también le encontró alguna pessoana ambición al pensador francés. Me pregunté, entonces... ¿Habrá leído Foucault a Pessoa?

miércoles, 15 de enero de 2020

La política como profesión

"Auch die alten Christen wußten sehr genau, daß die Welt von Dämonen regiert sei, und daß, wer mit der Politik, das heißt: mit Macht und Gewaltsamkeit als Mitteln, sich einläßt, mit diabolischen Mächten einen Pakt schließt, und daß für sein Handeln es nicht wahr ist: daß aus Gutem nur Gutes, aus Bösem nur Böses kommen könne, sondern oft das Gegenteil. Wer das nicht sieht, ist in der Tat politisch ein Kind"
Max Weber, Politik als Beruf (1919)
("También los cristianos primitivos sabían muy exactamente que el mundo está regido por los demonios y que quien se mete en política, es decir, quien accede a utilizar como medios el poder y la violencia, ha sellado un pacto con el diablo, de tal modo que ya no es cierto que en su actividad lo bueno sólo produzca el bien y lo malo el mal, sino que frecuentemente sucede lo contrario. Quien no ve esto es un niño, políticamente hablando.")
Max Weber, La política como profesión (1919)

viernes, 3 de enero de 2020

A poet's advice

A poet is somebody who feels, and who expresses his feelings through words.
This may sound easy, but it isn't.
A lot of people think or believe or know they feel -- but that's thinking or
believing or knowing; not feeling. And poetry is feeling -- not knowing or believing or
thinking.
Almost anybody can learn to think or believe or know, but not a single human being
can be taught to feel. Why? Because whenever you think or you believe or you know,
you're a lot of other people: but the moment you feel, you're nobody-but-yourself.
To be nobody-but-yourself -- in a world which is doing its best, night and day, to make
you everybody else -- means to fight the hardest battle which any human being can fight;
and never stop fighting.
As for expressing nobody-but-yourself in words, that means working just a little harder
than anybody who isn't a poet can possibly imagine. Why? Because nothing is quite as
easy as using words like somebody else. We all of us do exactly this nearly all of the
time - and whenver we do it, we are not poets.
If, at the end of your first ten or fifteen years of fighting and working and feeling, you
find you've written one line of one poem, you'll be very lucky indeed.
And so my advice to all young people who wish to become poets is: do something
easy, like learning how to blow up the world -- unless you're not only willing, but glad,
to feel and work and fight till you die.
Does this sound dismal? It isn't.
It's the most wonderful life on earth.
Or so I feel.
E. E. CUMMINGS