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Dramatis Personae

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Cartógrafo cognitivo y filopolímata, traductor, escritor, editor, director de museos, músico, cantante, tenista y bailarín de tango danzando cosmopolita entre las ciencias y las humanidades. Doctor en Filosofía (Spanish and Portuguese, Yale University) y Licenciado y Profesor en Sociología (Universidad de Buenos Aires). Estudió asimismo Literatura comparada en la Universidad de Puerto Rico y Estudios Portugueses en la Universidad de Lisboa. Vivió también en Brasil y enseñó en universidades de Argentina, Canadá y E.E.U.U.

viernes, 30 de enero de 2009

Cultivad

¡Oh economistas utilitarios, maestros de escuela en esqueleto, comisarios de realidades, elegantes y agotados incrédulos, charlatanes de tantos credos pequeñitos y manoseados, siempre habrá pobres en vuestra sociedad! Cultivad en ellos, ahora que todavía estáis a tiempo, las gracias supremas de la fantasía y del corazón, para adornar con ellas sus vidas, que tanta necesidad tienen de ser embellecidas, o de lo contrario, cuando llegue el día de vuestro triunfo completo, cuando hayáis conseguido roer de sus almas todo idealismo y ellos se encuentren cara a cara y a solas con su vida desnuda de todo ornato, la realidad se volverá lobo y acabará con vosotros.
Charles Dickens

Alucinación

            Se trata de una alucinación, un delirio. Martín era un artista y sentir algo que a los demás no les interesa es para él la propuesta de la locura. Tan sólo una vida en fermento como la de Martín imagina mil nuevas formas, improvisa, emana una fuerza creadora.

La idea de que Blackhole haya tenido que tener un principio se debe realmente a la pobreza de nuestra imaginación, a lo limitado de nuestras alucinaciones.

miércoles, 28 de enero de 2009

Instinto de conservación

Quien ha mirado hondo dentro del mundo adivina sin duda cuál es la sabiduría que existe en el hecho de que los hombres sean superficiales. Su instinto de conservación es el que les enseña a ser volubles, ligeros y falsos.
Friedrich Nietzsche

Cuentos

            La debilidad simuló una atroz realidad. Todos aquí se necesitan. Hay quienes no entienden eso, el lenguaje abstracto de las necesidades primarias. Necesidades que no son absolutamente reales sino que se crean a partir de una necesidad. Todos ellos son cuentos.

martes, 27 de enero de 2009

Valery

Valery es un pequeñoburgués, pero no todo pequeñoburgués es Valery...
Jean Paul Sartre

Casa

          El calorcito de la estufa nos permite tomar distancia del llanto. Llorábamos porque Catalina lo habría de arruinar todo. A su pesar, perdió la posibilidad de escandalizarse, de soñar, de enamorarse. De vuelta en el punto de partida, cada cual tenía su juego y sus fichas.

            –Creéme–, le decía Seiji, en tanto artesano que lo había acompañado en tantas ocasiones, a Martín. –No vale la pena. Todo es peligroso–.

            Ese tipo de mensajes actuaban en Martín como un boomerang, volviéndose contra los emisores, propiciando una sociedad malcomunicada y temerosa de expresarse, que no quiere investigar lo que dice y lo que oye, acciones que pueden resultar ser la misma cosa. Hasta la casa de Martín, que éste, que se descifraba enumerando arbitrariedades y decisiones triviales, seguía amando, le llenaba el ánimo, cuando finalmente volvía a ella, de una pena difícil de expresar. Casi sólo podemos expresar un deseo de deudores armados, del imperio del hombre orquesta, con expresiones de desquiciados empequeñecidos dentro de enormes trajes.

            –Siempre hemos vivido dentro de casa– dijo Martín.

            –No existen palabras para decirte...– intentó empezar Catalina.

            –No las necesitás– dijo Martín.

            Martín vuelve, pero ya el curioso ha metido la nariz en su libro. Martín se ama y sabe que si Dios le ama apenas la mitad de lo que le ama su madre, no lo enviará al infierno. Martín trató de amar al prójimo y tuvo su resultado. Antes de vivir en el corazón de la gente, al regresar prefería vivir en su departamento. Y ya no salir de casa, Martín....La casa es el lugar de donde se sale porque estamos cansados de nosotros mismos, y donde entramos porque estamos cansados de los demás. Tal vez le diría que intentase amar a otra persona, que ofrezca a otra persona ese sitio libre. Pero yo sé que no tiene ningún sitio libre.

            Como Gregorio, al despertar una mañana tras un sueño intranquilo, se encontró en su casa con la cara toda hinchada. Aunque esta vez sin pena, puesto que sabía de antemano que no se le iba a dar crédito.

            Al regresar, Martín abrió con exagerado ruido el portal de su hogar. Allí, el amor desnudándose, un puñado de gente, un gitano que no regresa. Desayuno: planos con despertador. Ayuno: entrega en la última noche.

viernes, 23 de enero de 2009

La ciencia

La ciencia no me interesa. Ignora el sueño, el azar, la risa, el sentimento y la contradicción, cosas que me son preciosas.
Luis Buñuel

Éxodo

            Tras haber guerreado contra los mongoles, los tártaros y los turcos, iba Arpad camino del éxodo. Sus antepasados, pastores y pescadores, habían dejado hace tiempo su refugio del norte de los montes de Blackhole, y habían descendido hacia el valle del sur. Los carpinteros también se habían ido. Tras el primer y el segundo estallido, se santiguaron estupefactos, y cuando resonó el tercer estallido cayeron del edificio sobre la madera astillada. Algunos estaban tan aturdidos y tan inmensamente aterrorizados que hubo que calmarlos con un tranquilizante sideral...y postergar unos días su partida.

jueves, 22 de enero de 2009

Moralidad y hogar

Es parte de la moralidad no sentirse en casa en la propia casa.
Theodor Adorno

Errar

            Ahora, mucho más pacíficamente, Arpad toma parte de esas hordas de caballeros que erran por la estepa. Tras él, los siete jefes de tribus, sus fieles compañeros, y la larga fila de muleques en sus pequeños ponys, lo siguen, errantes caballeros andantes sin ton ni son. Blackholianum est.

miércoles, 21 de enero de 2009

La razón

La razón es quien hace conocer al hombre su destino, el fin último de su vida. Es verdad que a veces la razón es eclipsada, pero nunca puede ser extinguida totalmente: aún en el centro de las tinieblas queda siempre un débil resplandor.
G. W. F. Hegel

Huída

            El delito juguetea en todos los habitantes de Blackhole, pero la explicación derivada de sus conductas no es satisfactoria. Sin ir más lejos, continúa galopando Arpad por la gran llanura desierta. Le han enseñado el pillaje, a robar, a incendiar, ya que huye bajo la amenaza de los Hijos del Sol. Artistas y deportistas reunidos y mezclados en una especie de licuadora cultural sienten, todos los domingos, un miedo especial. Y era otra trampa tener miedo, aún en un corso a contramano.

martes, 20 de enero de 2009

Erotismo

El erotismo es un trabajo.
Georges Bataille

Galope

            Pungista rudo y alegre, galopa Arpad por la llanura desierta. Por ahora la cosa marcha bien. Dicen que es como perder los estribos, sentirse acorralado, traicionado. Su rugido aterroriza de tal modo a los caballos que estos acabaron por desarrollar alas para volar, desbocados, algunos revoleando los arados en diferentes direcciones y otros desplomándose en el suelo.

             El calor húmedo de Blackhole es insoportable. Los caballos se escurren fácilmente. Por suerte, la herradura de uno de ellos siempre puede servir para que un buen sastre pueda atenuar sus imperfecciones.

lunes, 19 de enero de 2009

Adversidad

Los cristianos han amontonado tal cúmulo de razones para reconfortarnos en la adversidad que, en última instancia, deberíamos sentirnos apesumbrados por no perder un padre  o una madre una vez por semana.
Hegel

Descubrimiento

            Los griegos nunca decían “Atenas” o “Esparta”, sino “los atenienses” o “los espartanos”, haciendo gala de un cierto tipo de gentileza distante. El Motú, por su parte, descubriendo y cultivando este don, se mantenía siempre inmóvil en la cima de los árboles y hacía oír a veces su lúgubre chillido. Dicen que una vez sola se había bajado para viajar para hablar con los agujerenses, con motivo de una visita a Sócrates. Pero una vez allí, descubrió que era demasiado tímido para presentarse ante tamaño filósofo.

sábado, 17 de enero de 2009

Alabanzas

Constituye un autodominio sutil y a la vez aristocrático el alabar siempre tan sólo cuando NO estemos de acuerdo: -de lo contrario nos alabaríamos, en efecto, a nosotros mismos. 

Friedrich Nietzsche

Entusiasmo

            Los ojos enormes, los dientes blancos, la sonrisa, jamás le había sido concedido a Martín avizorar la desmesurada fuerza ni la ira inmoderada, la furia a veces intermitente pero jamás exhausta.

            El Motú, con el plumaje cada vez más oscuro, decide dedicar una importante investigación filosófico-radial al origen y naturaleza del entusiasmo. Era, sin duda, una trampa, porque el Motú no había creído nunca en el progreso. A pesar de ello, bien sabía que sólo se ejerce una fuerte acción sobre los individuos apelando a sus pasiones o a sus intereses, no a su inteligencia. Y se dan aún casos en que la náusea se mezcla a la fascinación. Cuando esto ocurre, las fachadas presentan suaves colores, cálidos y dulces, del ocre al crema o al rosado, del verde al azul ultramar. El color era un elemento importante para Seiji quien, en su mediocridad artística, con las limitadas armas que poseía, combatía tibiamente el efecto depresivo provocado por la inmensa blancura de la nieve durante los largos meses de invierno. 

viernes, 16 de enero de 2009

Salto

Va hacia atrás como quien quiere dar un gran salto.
Friedrich Nietzsche

Segunda renuncia

            Me gusta Martín porque perdura aún siendo sombra china. Los varones que no son vegetan a la sombra del discurso. Aquella noche de invierno y de niebla, por ejemplo, George, ni astuto ni reservado, se cansó de ser humano y decidió ser, ser distinto. Estaba totalmente decidido a ser distinto. 

            Era triste la espera de la capitulación. Finalmente, renunciaron a combatir a sus padres y se limitaron a quejarse de la comprensión de sus madres.

jueves, 15 de enero de 2009

Estropearse

Todo cuanto quiero es no liquidar mi vida por dos centavos, no estropearme como se estropea la gente a mi alrededor, pero, en el fondo, ¿cómo saber si no estamos ya definitivamente estropeados?

Woody Allen

Renuncia

            La Asociación Varones Anónimos (A.V.A.) declara en un comunicado que sus miembros han renunciado a combatir el modelo. No iban a destrozarse tratando de desmembrar lo que era indestructible. 

miércoles, 14 de enero de 2009

Preocupaciones religiosas

Mis verdaderas preocupaciones son religiosas, ya que tienen que ver con el sentido de la vida, y con la futilidad de obtener la inmortalidad gracias al arte.
Woody Allen

Silencio

     Habían obtenido óptimos resultados, para no inquietar a nadie, para pasar por alto. Yo ya conocía el libro de la Asociación y volví a verle a Martín poco antes de su muerte. Como los humildes, como los sedientos, uno por uno, todos los varones de la asociación habían pasado para despedirse.

            –¿De quiénes?–, preguntó Martín.

            No quieren dar los nombres. Ni quieren dar su nombre al libro. El resto era silencio. Blackhole me cansa y lo cierro. La muerte que este libro quiere tiene su nombre, acarrea un estigma de silencio.

            –Lo que al fin queda de nosotros es una sola cosa: el nombre de la pasión o la idea fija con que vivimos–. Así culmina la obra.

            Hemos guardado silencio, estupideces. ¡Mantener la palabra!  Los varones anónimos de la isla son individuos en lucha en un universo de constancias naturales en donde lo social es territorio de Catalina.

martes, 13 de enero de 2009

Para ser un buen filósofo

Para ser un buen filósofo hace falta ser seco, claro, sin ilusiones. Un banquero que haya hecho fortuna posee una parte del carácter requerido para hacer descubrimientos en filosofía, es decir, para ver claro en lo que es.
Stendhal

Anónimos

            Blackhole necesitaba gente como Martín que llegase, además, con sus propias ideas. Sabíamos que no había la más mínima posibilidad de transformar la isla en un continente pero podíamos cambiarnos de ropa. Y  no todos los hombres tenían interés en eso. Catalina se había encontrado en su vida con Martín, pero bien podía haberse encontrado con otro hombre. Ella ya no lo necesitaba.

Al saber esto, los varones anónimos reincidieron, pensando que podía haber habido un lugar para ellos:

–¡Qué paradoja, muchachos!

–¿Quién llamó?

–No sé, cortó.

–Dale, decime.

–¡No sé, te digo!

            El problema residía en la vocación de anonimato de Martín. El instante más silencioso había hecho su irrupción en el vecindario errado, en el hombre estereofónico de boca liviana. No se trataba de todos los hombres. Ni siquiera sabían quien era yo o quien era él. Fingía, luego conseguía.

lunes, 12 de enero de 2009

In and out

You've got to get in to get out
Genesis

Testamento

            Había jerarquías concatenadas encima de un fondo intocable. Y muchos azotes para papá. Parada entró y echó a todos los que vendían y compraban. Eso era el mundo, algo distinto a lo que imaginábamos, cotidiano y repetitivo: ir al supermercado y empujar el carrito. Lo peor era cuando por fin se lo enfrentaba. En la era de las superempresas y la supertecnología, en la era super, unos son supermercaderes y otros supermercancías. Y ahora venden el desprecio. Quien hace al enfermo, vende la medicina.

Son muchos los que cierran. Ante la muerte de Kojiro (no pudo soportar más la situación actual, dicen) el testamento da al menor de los hermanos, Yoshiaki, todo el emporio paterno. Seiji, cuya identidad comienza a delatarse ahora, en el declive, recibe tan sólo un almacén instalado en un populoso barrio de Blackhole. Al enterarse de esto, escribió y borró debajo de la palabra felicidad la palabra riqueza. Agarró el changuito y empujó hacia delante. Sentía, igualmente, que eran una trampa las sonrisas, las fotos y los supermercados.

A primera hora de la mañana muchas personas dormían en su almacén cuando ésta voló por los aires, junto con sus ocupantes, en una clara descomposición de mercaderes. De acuerdo al Motú, mercaderes e industriales no deberían ser admitidos a la ciudadanía porque su género de vida es contrario a la virtud.