«Evitemos las pasiones tristes y vivamos con la alegría para alcanzar nuestra máxima potencia; así, pues, hay que huir de la resignación, la mala conciencia, la culpabilidad, de todos los afectos tristes que explotan sacerdotes, jueces y psicoanalistas»
Gilles Deleuze, en gran vena spinoziana.
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Dramatis Personae
- Daniel Scarfò
- Filopolímata y explorador de vidas más poéticas, ha sido traductor, escritor, editor, director de museos, músico, cantante, tenista y bailarín de tango danzando cosmopolita entre las ciencias y las humanidades. Doctor en Filosofía (Spanish and Portuguese, Yale University) y Licenciado y Profesor en Sociología (Universidad de Buenos Aires). Estudió asimismo Literatura Comparada en la Universidad de Puerto Rico y Estudios Portugueses en la Universidad de Lisboa. Vivió también en Brasil y enseñó en universidades de Argentina, Canadá y E.E.U.U.
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lunes, 28 de noviembre de 2016
sábado, 26 de noviembre de 2016
La máquina de hacer dioses
"La humanidad gime, a medias aplastada bajo el el peso de los progresos que ha hecho. No sabe lo suficiente que su porvenir depende de ella. Por lo pronto le corresponde ver si quiere continuar viviendo. En ella está preguntarse luego si solo quiere vivir, o además realizar el esfuerzo necesario para que se cumpla sobre nuestro planeta refractario la función esencial del universo, que es una máquina de hacer dioses"
Henri Bergson, Las dos fuentes de la moral y de la religión
Henri Bergson, Las dos fuentes de la moral y de la religión
jueves, 24 de noviembre de 2016
jueves, 17 de noviembre de 2016
Caballero errante
Habita la tierra poéticamente, nomádicamente, cual caballero errante y no como déspota o burócrata. Hazlo ahora, antes de que sea tarde.
miércoles, 16 de noviembre de 2016
Pensamiento y soledad
Es prácticamente imposible pensar y no quedarse solo. Para no quedarse solo hay que dejar de pensar.
jueves, 10 de noviembre de 2016
El pensamiento y el mal
"¿Es posible que la actividad del pensamiento como tal -el hábito de reflexionar sobre cualquier cosa que suceda o llame la atención, más allá de los resultados y los contenidos específicos- sea parte de las condiciones que hacen que los hombres se abstengan de hacer el mal, o que incluso los "condicione" contra el mal?"
Hannah Arendt
Hannah Arendt
La realidad y las hipótesis
"La realidad puede prescindir de ser interesante, pero no las hipótesis".
J. L. Borges
J. L. Borges
miércoles, 9 de noviembre de 2016
Esplendor y ocaso de editorial Abril (publicado en la Revista Ñ 5-11-2016)
http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Esplendor-ocaso-editorial-Abril_0_1681631838.html
La historia de un país puede entenderse a través de una biografía de un hombre o de una editorial. Algo de eso ocurre con este libro (Abril. Un editor italiano en Buenos Aires, de Perón a Videla, de Eugenia Scarzanella), escrito por una estudiosa de nuestra historia, de los flujos migratorios y de las cuestiones de género. Esas tres disciplinas se cruzan en este retrato de la editorial Abril, fundada por italianos antifascistas y en la que participaron destacados escritores, intelectuales y periodistas, cuyo destino no estuvo exento de los vaivenes políticos y que publicó por primera vez en Argentina las historietas de Disney. Pero el viaje va desde el Pato Donald y el golpe del GOU en 1943 hasta Licio Gelli, López Rega y Massera en una historia italoargentina basada en buena medida en los testimonios de sus protagonistas.
La historia de un país puede entenderse a través de una biografía de un hombre o de una editorial. Algo de eso ocurre con este libro (Abril. Un editor italiano en Buenos Aires, de Perón a Videla, de Eugenia Scarzanella), escrito por una estudiosa de nuestra historia, de los flujos migratorios y de las cuestiones de género. Esas tres disciplinas se cruzan en este retrato de la editorial Abril, fundada por italianos antifascistas y en la que participaron destacados escritores, intelectuales y periodistas, cuyo destino no estuvo exento de los vaivenes políticos y que publicó por primera vez en Argentina las historietas de Disney. Pero el viaje va desde el Pato Donald y el golpe del GOU en 1943 hasta Licio Gelli, López Rega y Massera en una historia italoargentina basada en buena medida en los testimonios de sus protagonistas.
La historia no es difícil de situar: una editorial que apuesta por la democracia, la constitución y la libertad pero estos valores son identificados con los Estados Unidos. Abril por ello refugiará a los purgados antiperonistas de las universidades e intelectuales socialistas, muchos de ellos marcados por el Servicio de Inteligencia del Ejército como “simpatizantes comunistas” de la editorial del Pato Donald, por haberse opuesto a Perón (lo que éste nunca le perdonará). Cesare Civita, el creador de la editorial, volverá a contratar a colegas que se quedaron sin trabajo cuando Onganía cerró Primera Plana. Esto hizo que cristalizaran hostilidades y temores contra la editorial, tanto entre los peronistas como entre los militares. Los socios de Abril se reunían ilegalmente hasta la caída de Perón y tuvieron que aprender a manejarse con un poder político autoritario en la Argentina.
Tiempos políticos
El rol de las mujeres en la editorial, tan importante como el de los hombres, es obviamente tema de interés para la autora. Las revistas como “Claudia” no eran solo de moda y es precisamente con esta revista que la presencia de las mujeres en la empresa se vuelve importante, siendo ellas las que allí decidían en una publicación que incluía cuentos de prestigiosos autores, notas y entrevistas a personajes famosos, y donde Oriana Fallaci era el modelo de periodista femenina. El “estilo Claudia” buscaba combinar el saber vestirse con la cultura. Jeanne Moreau, Brigitte Bardot y Geraldine Chaplin se volvieron por ello representativas del estilo de la revista en los 60, década de mayor dinamismo para la empresa y años en los que se empieza a tomar partido por los jóvenes y las nuevas formas de enfrentar la sexualidad. Siete Días copiaba a Life y quería ser el Paris Match local -sostiene la autora- pero su vínculo con Time la exponía -como con el Pato Donald- a la crítica antinorteamericana. En el breve lapso de los gobiernos civiles de Frondizi e Ilia, Abril había ampliado su producción tocando, con una prensa femenina moderna y con semanarios de actualidad. Pero en poco tiempo las críticas a sus publicaciones empezaron a llegar tanto de sectores tradicionalistas y conservadores como de los secotres de la extrema izquierda, antimperialista y hostil a la cultura yanqui.
En 1975 la Triple A hizo estallar una bomba lanzapanfletos frente el edificio de Abril con amenazas a escritores, periodistas y a la familia Civita que decidió en consecuencia abandonar el país. La revista Panorama era una “piedra en el zapato” que el gobierno de Isabel quería eliminar. A su vez, El Descamisado de los montoneros atacaba a Civita como gorila y oligarca mientras la revista se repartía a través del distribuidor de Abril. Civita buscaba simplemente una línea editorial democrática, pero en la Argentina de los 70 se era etiquetado como reaccionario o revolucionario.
Para Lopez Rega y Massera, Civita sería un enemigo y su editorial un botín de guerra. Por ello, y a pesar de no tener intereses políticos, no pudo evitar quedar envuelto en la violencia de esos años. Abril publicaría desde una Gran Historia de Latinoamérica dirigida por José Luis Romero hasta una biografía de Perón a cargo de su biógrafo de confianza. Políticos, militares y oportunistas se lanzarán a la conquista de la editorial, llegando la autora hasta la historia de los orígenes de Papel Prensa.
Nos cuenta Scarzanella que Gelbard, el ministro de economía del último gobierno de Perón, estableció las condiciones para obligar a Civita a ceder su paquete accionario en Papel Prensa. En agosto de 1973 el estabblecimiento tipográfico de Abril fue tomado por los trabajadores y Ongaro definió a Civita como un oligarca. En diciembre decidió vender su parte de Papel Prensa: Gelbard fijó el precio y las condiciones de venta. La autora relata el difícil período para los empresarios periodísticos en el último gobierno de Perón. Allí, relata, aparece Graiver que administraba el dinero de los secuestros de los montoneros pero también el de López Rega y de Isabel Perón. Gelbard habría comenzado a hacer fortuna con el primer peronismo y se proponía someter a la prensa (por la cual se sentía atacado, sobre todo por Clarín) a través del control del papel. Y apenas Graiver adquiere Papel Prensa un decreto lo favorecerá con ingentes desgravaciones fiscales.
Pero allí no terminaron los problemas de Civita. La Triple A lo amenazó de muerte cuando luego, como antes Gelbard pero ahora con métodos más violentos, López Rega querrá controlar los medios y, como dijimos, Civita se fue del país. Panorama dejó de salir en abril de 1975 ante presiones políticas para desaparecer de la opinión pública como primer paso en las acciones tendientes a enajenar los bienes físicos de la editora. La actividad editorial y en este caso Abril y su planta tipográfica se habían convertido, sintetiza la autora, en un campo de batalla en la cual se enfrentaban montoneros, el ERP y los parapoliciales.
Ante el abismo
Cuando cae el gobierno de Isabel vuelve a la Argentina pero en sus revistas había periodistas de la izquierda peronista y la editorial tenía una historia de condescendencia con los montoneros. Estaba ahora en la mira de Massera (como antes de López Rega y antes de Gelbard). En julio de 1976, delante de su casa, arrojaron volantes con la leyenda “Patria o muerte”. Y la orden fue que dejara el país en 48 horas si no quería morir con todas su familia.
Aquí la autora introduce a Licio Gelli con quien se habría pasado de un modelo en el cual empresas italianas hacían óptimos negocios en Argentina gracias a coimas que pagaban a los máximos funcionarios a otro en el cual las armas, el chantaje y el secuestro regulaban también las transacciones económicas entre el Estado y las empresas. Gelli se habría hecho muy amigo de Massera quien tenía un programa preciso en relación con la prensa, similar al que se había propuesto Gelbard: preveía, además del control de los diarios también el control del papel.
El relato no tiene un final feliz, termina con un destierro, mientras en Argentina la editorial en manos de sus nuevos propietarios se precipitaba a una rápida decadencia. El derrotero de Abril es el de la Argentina. Por eso no será difícil para nuestros lectores reconocerse ni trazar paralelismos con historias más cercanas.
viernes, 4 de noviembre de 2016
miércoles, 2 de noviembre de 2016
Why do I teach literature to my students?
Why do I teach literature to my students? To make them lose confidence about themselves, to leave them unsatisfied with the world.
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