"La alternativa liberal en la Argentina". Néstor Montenegro. Planeta. Buenos Aires, 1988.

No es, como reza su prólogo, "un libro necesario". Contiene las propuestas ya puestas y los supuestos "objetivos" objetivos del nuevo liberalismo electoralista argentino. Late en este libro la tesis no demostrada de que el liberalismo ucedeísta subyuga a amplias capas de la sociedad argentina, incluyendo a las del yugo otidiano. Transparencia periodística, objetividad, son metas qeu el autor (o el que hace las preguntas) se propuso y no logró, lamentablemente o no. ¿Qué se leerá? Lo que se oye de boca de estos empresarios.

Desfilan y se fotografían: Albamonte, defendiendo la defensa de los propios intereses individuales, se autodefine como "defensor de los empresarios que todavía no lo son".

Alsogaray sigue en la lisa. El periodista le dice: "¡La lucha de uds. por imponerse fue muy dura!" y Alvaro muestra su discurso sobre la decadencia argentina post-'45. Para el ingeniero no importan los hombres sino el sistema, pero existen algunos pocos hombres que son importantes porqeu saben cómo salir del endeudamiento en el que nos habría sumido el Estado: refinamiento teórico del profesional sujeto de la historia. Afirma que sus ideas podrían haberse llevado a la práctica con Galtieri, si no hubiera sido por la guerra: saneamiento monetario, disciplina fiscal, control de un desarrollo competitivo. Sólo falta "que el sistema político sea nuestro".

En política internacional, habla María Julia: "Chile es, por naturaleza, una nación de tendencia armamentista" y Paraguay puede ser conflictivo "si se acaba Stroessner". Necesidad de hipótesis de conflicto interna y externa para los militares, blanqueo a los juicios y desagrado por la gente en la calle en Semana Santa. Se define como "una persona que trata de mantener sus esquemas", "una Evita más cerebral". Llama "bolsa de gatos" a los países no alineados y ve al sistema comunista avanzar sutilmente. Para ella, le gente se entiende mediante relaciones de costo-beneficio.

Clérici critica el voluntarismo y Adelina defiende la familia y ataca al machismo, mientras llama a interesarse por las pequeñas cosas. Sobre la salud, afirma que "los hospitales deben competir entre ellos". 

Durañona y Vedia llama "esquemas perimidos" a los modelos sociales basados en el "compartir" y se niega a modificar la Constitución: habría derechos que no podrían esar supeditados "a la voluntad de las mayorías accidentales".

Ibarbia apuesta a la estabilidad política, siempre y cuando no se trate de lo que él considera una mala política y Kammerath sostiene que la UCD crece equilibradamente en los diferentes sectores sociales. Natale afirma sin tapujos: "Las alianzas se hacen siempre en función de un comicio" y Novillo Corvalán nos cuenta la historia del progreso humano. Perazzo lucha por una universidad ligada a las empresas y Montenegro, "periodista profesional", es el autor del libro.