A él (diciembre, 1990)
Necesito creer que hoy existes
necesito saber lo que otros saben
necesito ver tu cara pronto
para poder vivir sin que me alaben.
Necesito mirar el firmamento
y ver tus ojos en mi camino
necesito saber sobre el destino
para usarlo como un instrumento
Necesito mirar el mar profundo
y en sus olas poderte contemplar
para dejar de luchar
con los abismos de mi mundo
Necesito cambiar en mi manera
de ver la vida a corto plazo
necesito creer en tu existencia
para extasiarme en tu regazo
Necesito creer en lo que quiero
y decirles a todos mi locura
que los planetas marquen mi camino
para llegar a verte en tu hermosura
Necesito que sepas que te espero
y me cuentes que ellos viven allá arriba
no aguanto la incertidumbre de la duda
en la lucha diaria de mi vida.
No sé cómo llegaré a verte
pero deseo con ingenua insensatez
que me des el marco de una vez
para encontrarte en una cruz,
en el canto, en una luz
en el llanto, en un dolor
en la senda con sinsabor
de mi lucha perdida de amor.
Margot (escrito por mi madre, que nunca fue creyente, al perder a su padre)
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