Translate
Dramatis Personae
- Daniel Scarfò
- Filopolímata y explorador de vidas más poéticas, ha sido traductor, escritor, editor, director de museos, músico, cantante, tenista y bailarín de tango danzando cosmopolita entre las ciencias y las humanidades. Doctor en Filosofía (Spanish and Portuguese, Yale University) y Licenciado y Profesor en Sociología (Universidad de Buenos Aires). Estudió asimismo Literatura Comparada en la Universidad de Puerto Rico y Estudios Portugueses en la Universidad de Lisboa. Vivió también en Brasil y enseñó en universidades de Argentina, Canadá y E.E.U.U.
Categorías
Autobiografía
(5)
Becas
(4)
Blackhole (Novela)
(97)
Cantando en casa
(33)
Cartas de recomendación
(14)
Conferencias dictadas
(45)
Cuentos
(14)
Cultura y Sociedad
(264)
Cursos dictados
(79)
CV
(2)
Educación
(40)
El árbol del conocimiento
(85)
Entrevistas
(8)
Escritos de mi madre
(1)
Frase del día
(355)
Libros
(4)
Libros a publicar
(1)
Literatura Comparada
(129)
Literatura Latinoamericana
(56)
Literaturas imposibles
(10)
Medios y Estudios de Comunicación
(20)
Mi proyecto
(2)
Mis artículos
(74)
Mis cuentos
(6)
Mis ensayos
(116)
Mis manifiestos
(2)
Mis notas
(264)
Mis poemas
(11)
Mis reseñas
(26)
Notas sobre mí
(4)
poemas
(108)
Polímatas del día
(160)
Teoría Literaria
(30)
Títulos
(34)
lunes, 30 de noviembre de 2015
sábado, 28 de noviembre de 2015
La tentación del autoengaño (publicada como "El autoengaño te fortelecerá")
Nos mentimos a nosotros mismos para engañar mejor a los
otros y para sentirnos bien, afirma Robert Trivers en La insensatez de los necios. En el caso de la política, se utiliza
el autoengaño por su poder manipulador y aglutinante aunque no sin otras consecuencias:
no hay mejor receta que no tener conciencia de la realidad para que ésta se nos
venga encima de manera inesperada y dolorosa. El engaño fomenta el autoengaño e
impide la evaluación crítica, atacándola o destruyéndola ya que resulta
amenazante.
Las narraciones históricas falsas son mentiras que nos
contamos acerca de nuestro pasado histórico y cuyo objetivo es justificarnos y
glorificarnos. Sugerir que somos especiales, que también lo son nuestros actos
y que lo fueron los de nuestros antepasados, es un relato histórico falso que
acaba en un autoengaño social cuando buena parte de la sociedad lo cree. Una
gran mentira para cambiar el mundo, decía el astrólogo de Roberto Arlt. La
construcción de un relato épico patriótico que fomentó la cohesión grupal y la
autocomplacencia ha servido para racionalizar las acciones del gobierno. El
vocablo “gorila” solía referirse a alguien que odiaba a los peronistas; luego
pasó a referir a quienquiera que los peronistas odien; un caso sencillo de
negación y proyección. Igualmente pasó con el concepto de “golpista”, que solía
referirse a quien promoviera un golpe y luego pasó a referir a quienquiera que
los kirchneristas quisieran que desearan y promovieran un golpe.
Los relatos históricos falsos son defendidos con ferocidad y
sirven para justificar cualquier acción. Está el que miente a sabiendas pero,
una vez creada, esa mentira constituye el autoengaño del grupo en cuestión. El autoengaño
es un factor importante en la guerra. Y Trivers dice que son cuatro las causas
de las decisiones militares erróneas: se confía excesivamente en las propias
fuerzas, se subestima al enemigo, se pasan por alto los informes de
inteligencia y se desperdician recursos. Una vez que el autoengaño entra en
juego, la mente consciente no quiere oír nada que la contradiga, aún cuando los
datos provengan de nuestros propios agentes cuya misión específica es
proporcionar esa información. De hecho, la antigua regla era fusilar al
mensajero que era portador de malas noticias.
El autoengaño fomenta además la guerra. La tendencia a
autoensalzarse de la presidenta habla de un mecanismo de evaluación defectuoso
que ha hecho más probables las agresiones y más costosos los conflictos. La
guerra es llevada adelante por personas que tienen una óptima opinión de sí
mismas, una confianza excesiva y la ilusión de que controlan las situaciones.
El prejuicio de creerse superior a otros tiene que ver con el afán de emprender
guerras: quienes hacen la guerra son los poderosos. Y quien está en una
posición de poder ve disminuida su inclinación por contemplar el punto de vista
de los otros, infieles o no iniciados. Algunas
religiones pregonan el amor dentro del grupo y el odio genocida hacia afuera, como
ocurre con todo grupo considerado el “pueblo elegido”, la medida de lo que es
bueno, con una visión totalizadora y privilegiada del universo. Su causa es
considerada justa de modo que sus acciones no pueden ser malas porque las
realizan en nombre de tal causa. De igual manera se ha avalado siempre la
corrupción e incluso la muerte en la historia. En el caso extremo del ISIS estos días, los
creyentes tienen el deber moral de matar al infiel, y, al hacerlo, son los
verdugos de la causa o, en los casos religiosos, de Dios. Podemos pensar que
buscamos la verdad cuando solamente estamos desarrollando nuestros prejuicios y
creencias. Y sin verdad no hay justicia.
Hay en toda vida social fuerzas del engaño y el autoengaño,
sostiene Trivers. Por las ventajas inmediatas que nos proporciona este último
los argentinos con frecuencia lo practicamos. Tener conciencia del engaño y el
autoengaño sufridos nos permitirá, sin embargo, defendernos y combatir en
nosotros mismos esas tendencias, ser más perspicaces con respecto al mundo que
nos rodea, los gobiernos y las ficciones que, muchas veces sin saberlo, nos
contamos a nosotros mismos y a nuestros familiares, amigos y conciudadanos, con
los que hay que volver a compartir la mesa.
miércoles, 25 de noviembre de 2015
Esta foto me asusta
Esta foto me asusta. Porque soy yo hamacándome a mí mismo. En realidad es mi padre quien me hamaca, pero su perfil con esas entradas, nariz, cejas, son exactamente las mías. Y sin embargo yo estoy en la hamaca, feliz, inconsciente de estar siendo hamacado por mí mismo. Mirando a la cámara. Hoy recuerdo el cochecito de bomberos y el metegol, entre sus regalos navideños. La primera vez que me llevó a la cancha a ver a Independiente y el gol olímpico de Balbuena a Millonarios de Colombia. El abrazo interminable cuando el Bocha hizo el gol de cucharita luego de una triple pared con Bertoni que nos hizo ganar la copa intercontinental. Todos los partidos que siempre me ganó al tute y al truco (imbatible salvo en ocasiones donde adrede se distraía). La infinidad de veces que me llevó a jugar al tenis a distintos clubes. Los viajes en avión que solamente hizo para ir a verme a mí al exterior (caso contrario no lo sacabas ni loco del trayecto único Ramos Mejía-Mar del Plata). Nunca entendió de qué se trataba la sociología, carrera que yo inicialmente elegí y terminé. Yo tampoco, pero lo supe mucho después que él. Recuerdo hoy la sedería y, como no alcazaba con eso en los días como estos previos a las fiestas, también vendía juguetes en la puerta de la sedería sobre improvisadas mesas de madera. Y luego las golosinas. Salir juntos en la madrugada a buscar los caramelos Mu-Mu a la fábrica para luego venderlos a los kioscos. Lo mismo hicimos luego con los alfajores Guaymallén (pocas cosas más ricas gue un Guaymallén de dulce de leche recién salido del horno a las 5:30 de la mañana). Le gustaba ir al Casino de Mar del Plata y, si ganaba, había pulloveres comprados en Mar del Plata para todos. Nunca perdió hasta que mi madre le tiró el saco blanco con el que siempre -por cábala- jugaba. Porque entonces se iba al casino de saco. Un hombre simple, bueno, muy bueno, demasiado bueno. Toda la gente que pasó a despedirlo hace unos días lo recordaba así. Toda la gente con la que me sigo cruzando en Ramos Mejía lo recuerda así: bueno, sensible, familiero. Las cosas se pusieron difíciles y no pudo más, no quiso más. Era demasiado complicado para él, inentendible. Así se fue yendo: no escuchando primero, con problemas de sordera. Luego no hablando. Más tarde, con el alzheimer, desvirtuando la misma realidad que lo desafiaba. La vida debía ser más simple y no lo era. Te voy a extrañar hoy y siempre, papá. Que es casi como extrañarme a mí mismo...
miércoles, 18 de noviembre de 2015
Where lies your voice?
Where lies your voice? Is it resting from the rumble of language? Is it reserved for prayers? Where does its sound hide? Is its color melting?
lunes, 16 de noviembre de 2015
Cena con Sócrates
Hoy invitaría a comer a Sócrates y le diría en medio de la cena:
"Me gustaría ser un famoso cantante, pero no hay vida perfecta. Yo canto todos los días para mí y, a veces, para los demás, pero ya no tengo 20 años. Y ya sé que me voy a morir. Tenemos eso en común, aunque a vos ya te tocó. Algo, al menos, tenemos en común. Eso se lo agradezco a la vida. No así no haberlo aprendido antes."
Le contaría asimismo que ella es mi recuerdo más preciado y también mi recuerdo más terrible.
A esta altura ya seríamos amigos y hablaríamos de nuestras madres, no sé nada aún de la madre de Sócrates y me intriga. Y seríamos vergonzosamente honestos, hasta acabar llorando como si se quemaran nuestras casas.
"Me gustaría ser un famoso cantante, pero no hay vida perfecta. Yo canto todos los días para mí y, a veces, para los demás, pero ya no tengo 20 años. Y ya sé que me voy a morir. Tenemos eso en común, aunque a vos ya te tocó. Algo, al menos, tenemos en común. Eso se lo agradezco a la vida. No así no haberlo aprendido antes."
Le contaría asimismo que ella es mi recuerdo más preciado y también mi recuerdo más terrible.
A esta altura ya seríamos amigos y hablaríamos de nuestras madres, no sé nada aún de la madre de Sócrates y me intriga. Y seríamos vergonzosamente honestos, hasta acabar llorando como si se quemaran nuestras casas.
miércoles, 11 de noviembre de 2015
¡Si parece un baile de disfraces!
En buena medida la política tal como ha sido concebida en los últimos años ha resultado en el el aguantadero estatal de una banda de miserables, incapaces, turritos variopintos, barrabravas, ignorantes, arribistas, pícaros, farabutes, falsarios, aprovechadores, todo en el sentido más argentino de estas palabras. Justifican cualquier chanchullo e inmoralidad y a eso le llaman "hacer política". Creo en un Estado que tenga una burocracia calficada antes que ser altanero refugio de inútiles y parásitos de eso que se sigue llamando, no sin desvergüenza, "política". Yo he votado y votaré a aquellos candidatos que estén más cerca de hacer algo, y que hayan hecho algo, poco o mucho, por devolverle dignidad a la palabra política y la saque de la boca sucia de quienes nos la han usurpado, mequetrefes de barrio metamorfoseados en funcionarios a los que les queda muy grande el saco. Si parece un baile de disfraces!
lunes, 2 de noviembre de 2015
Frente a frente, dos tradiciones argentinas
Del nacionalismo lugoniano y su meta de una sociedad conducida por un caudillo se apropió el peronismo. Sus principios derivarían de la doctrina social católica y los valores criollos tradicionales. Pero luego llegó la pelea con la Iglesia.
Poco quedaría de la potencial herencia política y cultural del criollismo ilustrado de Borges, de la que se apropió la “libertadora”. Quizás el gobierno de Alfonsín fue el último intento digno de continuidad con esa visión ilustrada.
Con Francisco, el nacionalismo católico peronista recobró fuerzas frente al nacionalismo de la izquierda peronista. Pero no parecen ser suficientes, porque en las elecciones pasadas se vio que la tradición cosmopolita y liberal no está muerta y se enfrentará al nacionalismo conservador una vez más.
En el ballotage, la tradición de Gálvez, Lugones y Ricardo Rojas se enfrentará nuevamente a la de Agustín Álvarez, Carlos Bunge y José Ingenieros. Para la primera siempre ha sido necesario ir por todo puesto que no concibe pactos posibles con el enemigo, de allí que Juan Moreira mate al inmigrante, en la novela de Eduardo Gutiérrez. La segunda, por el contrario, ha confiado en que la propia cultura se enriquece abriéndose al mundo y es crisol de civilizaciones diferentes. Es cierto que ni Scioli es verdaderamente un nacionalista y ni Macri está cerca de ser un liberal ilustrado.
Pero esas dos grandes tradiciones culturales argentinas se están alineando de uno y otro lado, no sin dificultad en ambos casos, pero cada vez más con la convicción de que sus posibilidades de supervivencia, en un país devastado, pasan por esas dos veredas respectivamente, por más que Scioli haya sido funcionario de un gobierno neoliberal y Macri se haya opuesto a medidas consideradas progresistas en el congreso. Las tradiciones que representan los exceden en demasía, para bien en el caso de los que los apoyan y para mal en el caso de los que los denostan.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
James Cameron biographer says the "Avatar" director is half scientist, half artist James Cameron: antes de Avatar...un niño curi...
-
Lo bueno es que la vida no deja de sorprenderme. Ayer me presenté a mi trabajo en el Ministerio de Justicia (concretamente en la Dirección d...
-
"Nosotros (la indivisa divinidad que opera en nosotros) hemos soñado el mundo. Lo hemos soñado resistente, misterioso, visible, ubicuo ...