Je n'aime pas l'homme; j'aime ce qui le dévore.
André Gide
Pensaba en eso al escuchar hoy (sin poder parar) las performances de Agustina Sol Pereyra, una enorme revelación artística de 23 años, que me hicieron llorar. Aquí una de sus canciones (y de su alma) que nos regaló
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