Me gusta Martín porque perdura aún siendo sombra china. Los varones que no son vegetan a la sombra del discurso. Aquella noche de invierno y de niebla, por ejemplo, George, ni astuto ni reservado, se cansó de ser humano y decidió ser, ser distinto. Estaba totalmente decidido a ser distinto.
Era triste la espera de la capitulación. Finalmente, renunciaron a combatir a sus padres y se limitaron a quejarse de la comprensión de sus madres.
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