Europeos en Latinoamérica o epílogo nostalgioso
Siempre se nos ha achacado a los argentinos el sentirnos europeos en América, y yo creo que somos un poco como la Flora Tristán, que nació en Europa pero fue a Latinoamérica en busca de la herencia de su padre. Ningún país en América se ha formado con la inmigración como la Argentina. La transfusión de sangre fue casi total. Así como el aniquilamiento de los negros y los indígenas.
Como la fortuna de los Tristán, la Argentina tuvo una de las más grandes de América, pero, como a Flora, algún tío nos declaró hijos ilegítimos de Europa y hoy andamos vituperados en toda Latinoamérica como país-frontera, bastardo, pretencioso, altanero.
Me gusta pensar esta noche (y pido perdón por los excesos de mi imaginación, siempre atrevida) que Flora Tristán se ha reencarnado en el Che: viajera, combatiente, europea y latinoamericana. Probablemente a muchos no les simpatice Flora Tristán, la ironía de su existencia, su identidad en movimiento tanguero, trágico, como en una sala de ecos y espejos, como el vórtice de un torbellino.
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